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Mostrando entradas de octubre, 2008
En el desconcierto Fraguan sórdida las pasiones Que sólo las dudas Pueden explicar
Soy el perro debajo de la mesa El que espera las migajas de cariño que precipitas a tierra el que sigue rendido a tus pies dispuesto a obedecerte Soy ese que recibe el punta pie y aún así mueve la cola cuando te ve Ése.. que no busca otro amo por serte fiel.

Sinuosa

Sus pechos firmes sobre colores de piel Escarcha y fuego sobre sus pezones De almíbar sus labios ambrosía del alma En sus cabellos juegan las elipses cósmicas Con sus nimbos Azules Verdes Plateados de fulgores y alboradas No tiene fronteras ni cronos solo estelas Ella lleva en sus brazos el día y la noche y los mece con su aliento Su lozano vientre cargado de vida Su sombra es brillo de luna Sangre eterna que fluye Pincelada del creador que nace del polen del universo Y a diario muere reencarnando esperanza Dejando huellas entre sus piernas dispuestas a mas vida
Teme… Si te encuentro desarmado Voy a llevarte cautivo No habrá leyes ni sortilegios Que te libren de mis besos Huye… Si te atrapo Beberás del elixir Del clímax y la locura.
(A María E Fuenmayor) Vos no sos una mujer Tal parece que sos la ninfa del mar de las profundidades armónicas Magia de cuerdas entre tus dedos Eleva el alma Llena el silencio de sensaciones que pactan con lo sublime Vos no sos una mujer sos la espontaneidad de la voz que se escapa como un ave para surcar notas y poesías Sos la musa de los viajeros nocturnos que se deleitan en la cadencia del tono de tus caminos abiertos al cielo
La última vez que amé fue igual a la primera terminé pateando latas vacías de corazones Mientras juraba al cielo y al infierno no querer de nuevo El pecho Henchido de lágrimas se olvidaba de respirar El vacío lleno de preguntas y los ojos de incertidumbre Mis fuerzas eran de flaquezas El suicidio rondaba mis memorias La última vez que amé Sentí Que las venas se cerraban La sangre se volvía escarcha y el amor se descuartizaba entre las contradicciones

Mayo

Que cambiaste flores por lágrimas y sembraste de dudas el calendario Te alzaste como verdugo lleno de infamia preñado de intriga Mayo infierno donde la vida y la muerte eran igual en tus treinta y un días.
Todo cuanto quise naufragó cada mensaje se ahogó en óleo de mujer con sombrero interrumpida Más allá de la cortina me invadía la impotencia de verte sin remedio sumergido Casi volé cerca de ti pero tu cadáver en mis manos intermitía tu último suspiro y tu ojo cíclope pestañeó sobre mis manos por última vez.
La mujer de la ventana hace arder sus tristezas despidiendo el humo de sus frustraciones Es la reina de sus vicios y rebusca en el horizonte nublado de incertidumbre el antídoto a sus heridas
No precisaré los días que en vano mis manos fabricaban amaneceres Si tu insondable mirada está ausente no precisaré palabras En el atrio de mis demonios fui escatimando mitos hasta perderme en el mohín solitario de la ansiedad de mis dedos Vi parir y morir horas en suicidios de días el regodeo insaciable del que conoció la belleza y deseó ser ciego de nuevo y sucumbió a sus infiernos para acercarse un poco más al cielo
Azotar tus labios con mis instintos Encender el ocaso con la flama del amante Desgarrar el silencio sobre tu piel temblante En el ahogado grito alucinante arañarle la espalda al pergamino de estrellas en tus caderas para menguar las ganas En tus ojos esquivos reflejar mi rostro prendido de latidos Tatuarte en el pecho mis besos mi lengua sobre tu sexo.
Despliego la hilada sobre el absurdo Catando el insomnio Sorbiendo el deseo Profano el onírico espacio que me engulle Giran mis huesos alrededor del sol
Vi al amor venir con pasos al trasluz. Impávida esperé a la orilla de las ansias Hace tanto te esperaba, acicalada en rosas que de la piel me brota el humo de sus aromas. Vi que me arrollarías me quedé perpleja con las manos llenas de jadeantes suspiros Abusé de los signos lamiendo los tinteros para escribir sobre el satén de tu cuerpo

Poeta chino:

(A Vidal Chávez López) Poeta chino Haces arte de la frase En tus imágenes se detienen el encantamiento y el delirio Juglar del campo de juego Hincha de la cuarto bate Recreas lo inverosímil capturando sonrisas entre líneas Poeta chino Alma de pájaro que anida en la metáfora Rompes la faz del silencio llenando la nada de alegóricas figuras
Que otros besos te arranquen la huella de mis labios Liba el néctar de tus amantes yo bajo otro cielo iré tejiendo encrucijadas con el arco del viento colgado de las sienes
Entre el humo y la ceniza tu sombra se vuelve niebla de melancolía Mis manos palpan la noche y tu ausencia late grita suspira Ya dormida se retuerce en el remolino de cuerpo sobre las sábanas Vacilo en silencio entre la penumbra y el recuerdo

TE QUIERO MÁS

Te quiero más cuando el sol deja su estela sobre el azul profundo de tus estrellas Te quiero más En febrero cuando el viento anuncia besos que en mayo se transforman en primavera Te quiero más vestida de flores amarillas y moradas cuando eres fría y caliente a la vez Cuando llega el invierno y te viste de verde rocío Cuando las hojas caen de los árboles haciendo tostados los caminos Te quiero más en tiempos de lluvia con olor a tierra mojada Arropada de mariposas con canto de orquídeas y turpiales Te quiero más cuando las olas rompen en tus bahías de arrecifes y corales Te quiero más en las cimas de tus montañas de nieves bosques y olores silvestres Te quiero más cuando la luna se refleja en el agua y el surco de los mares se hace plata al calor de tus montañas de arena y tus cielos tapizados de luceros Te quiero más cuando los luceros bajan y en tus sabanas se convierten en luciérnagas cuando las alhajas de tu corteza mineral regresan a ti Cuando vestida de ternura abres tus braz

MARIPOSA

Cortina de diamantes Olor a tierra mojada Libélula del tiempo de alas caídas Surcarás el cielo aún no es el momento Seguirás colgada del sueño de un viejo roble

CONDÉNAME

Llévame al concilio por amarte Condéname a morir en tus brazos Azótame con besos que hieran mis labios sin piedad Acaríciame con el látigo de tus manos Enséñame tus rutilantes pupilas para zurcir mis heridas Quita el yelmo de las almas para girar en la vorágine de las pasiones Lánzame tus mejores dardos destino al corazón.