Entradas

En el desconcierto Fraguan sórdida las pasiones Que sólo las dudas Pueden explicar
Soy el perro debajo de la mesa El que espera las migajas de cariño que precipitas a tierra el que sigue rendido a tus pies dispuesto a obedecerte Soy ese que recibe el punta pie y aún así mueve la cola cuando te ve Ése.. que no busca otro amo por serte fiel.

Sinuosa

Sus pechos firmes sobre colores de piel Escarcha y fuego sobre sus pezones De almíbar sus labios ambrosía del alma En sus cabellos juegan las elipses cósmicas Con sus nimbos Azules Verdes Plateados de fulgores y alboradas No tiene fronteras ni cronos solo estelas Ella lleva en sus brazos el día y la noche y los mece con su aliento Su lozano vientre cargado de vida Su sombra es brillo de luna Sangre eterna que fluye Pincelada del creador que nace del polen del universo Y a diario muere reencarnando esperanza Dejando huellas entre sus piernas dispuestas a mas vida
Teme… Si te encuentro desarmado Voy a llevarte cautivo No habrá leyes ni sortilegios Que te libren de mis besos Huye… Si te atrapo Beberás del elixir Del clímax y la locura.
(A María E Fuenmayor) Vos no sos una mujer Tal parece que sos la ninfa del mar de las profundidades armónicas Magia de cuerdas entre tus dedos Eleva el alma Llena el silencio de sensaciones que pactan con lo sublime Vos no sos una mujer sos la espontaneidad de la voz que se escapa como un ave para surcar notas y poesías Sos la musa de los viajeros nocturnos que se deleitan en la cadencia del tono de tus caminos abiertos al cielo
La última vez que amé fue igual a la primera terminé pateando latas vacías de corazones Mientras juraba al cielo y al infierno no querer de nuevo El pecho Henchido de lágrimas se olvidaba de respirar El vacío lleno de preguntas y los ojos de incertidumbre Mis fuerzas eran de flaquezas El suicidio rondaba mis memorias La última vez que amé Sentí Que las venas se cerraban La sangre se volvía escarcha y el amor se descuartizaba entre las contradicciones