El asedio del beso:
Hay besos que te asedian en la oscuridad,
con su hálito morboso te siguen con la mirada.
Es terrible cuando se acercan y sientes la punzada
de repugnancia a la humedad.
Besos Marisma, como un adagio despiadado,
colisionando en los labios.
con su hálito morboso te siguen con la mirada.
Es terrible cuando se acercan y sientes la punzada
de repugnancia a la humedad.
Besos Marisma, como un adagio despiadado,
colisionando en los labios.
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